lunes, 24 de enero de 2011

El pacto ...


Un sábado por la noche, mi chico me propuso un pacto, más o menos con este discurso: " Eres la persona que más me he querido nunca, me encantas, y contigo soy muy feliz. Quiero que sigamos juntos, me gustas más que el primer día, me pareces alucinante en la cama, pero no pienso seguir siéndote fiel. No existe ninguna otra persona, pero no pienso renunciar a tener otras relaciones sexuales cuando surja una oportunidad y me apetezca. Me gustaría que habláramos sobre ello con toda la honestidad posible y sin hacernos daño. Te quiero demasiado para hacértelo..."

Bebí un trago largo.

Mi chico y yo habíamos hablado muchas veces sobre la infidelidad,porque nosotros nos conocimos en una. Es más, creo que él me gustó, aparte de porque estaba muy bueno, porque era muy golfo. Lo reconocía y se le notaba. Era golfo y muchas más cosas, como inteligente, gracioso, cariñoso... Era todo eso, sí; pero también era muy golfo y a mí me encantó que lo fuera.

Sobre que las reglas que han regido tradicionalmente a las parejas deberían cambiar, sobre lo absurdo que es el sentido de posesión en la pareja. Todo eso está bien, pero ahora mi chico me proponía cambiar las reglas de verdad y no de boquilla.
Yo ya le había sido infiel algunas veces. Nada importante. Nunca me planteé si él me lo había sido a mí, pero de haberme enterado hubiera montado en cólera. Creo que si le hubiera pillado con otra le hubiera dejado sin dudarlo.

Bebí otro trago largo.

Mi pareja continuó con su propuesta: " ..naturalmente que tú puedes hacer lo mismo. No quiero que me lo cuentes y yo tampoco te lo contaré a ti. Se trata de no renunciar al deseo sexual que puedas tener con otras personas. Solo sexo, nada de compromisos con otras personas. Si algún día te enamoras de otro, dímelo rápido y dejamos la relación. Eso no lo consentiría. Me resulta una estupidez pensar que nunca voy a tener sexo con ninguna otra mujer de aquí hasta que me muera. Prefiero que lo sepas y no sentirme culpable de desear pasar una noche con alguna que me encuentre estando de copas. No me parece que tenga que sentirme culpable por querer estar con otras personas, algo que le pasa a todo el mundo, lo reconozcan o no. Sé que no es fácil de entender, pero esta propuesta es para seguir estando contigo ".

Bebí otro trago largo.
La honestidad es una consecuencia de la valentía.

En mi recuerdo está aquel chico que me enseñó algunas cosas importantes sobre la honestidad , la verdad y el amor.
Sé, y no porque me lo contara, que mientras duró nuestra relación pasaron por su cama unas cuantas chicas, pero posiblemente ninguna otra pareja de cuantas he tenido me respetó tanto.
He querido a muchas personas, pero no he admirado a tantas. Él está el primero de esa lista.
Sólo los mejores asumen que no son únicos.


Texto: Sexualmente de Nuria Roca.

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